Sándwich Canalla o vegetal con huevo

Me molan las cosas que chorrean al ser comidas, soy un poco cerdote y si eres un canalla te pasará igual. Este es un bocadillo o sándwich que se presta a ello, chorrea, mancha y está muuy bueno, es una recta sencilla y te apaña una cena. Casi todos mis bocatas o sándwiches chorrean el truco es poner salsa a cascoporro y pillar bien de servilletas.

Supongo que sabéis la wikihistoria de este tema. El sándwich posee una historia que remonta sus orígenes al siglo XVIII, a partir del aristócrata inglés John Montagu, IV conde de Sandwich (1718-1792), aunque no fue él su inventor. Se dice de este conde que le gustaba comer de esta forma porque así podía jugar a las cartas mientras comía, sin ensuciarse los dedos. En 1762, Montagu estuvo veinticuatro horas seguidas ante una mesa de juego. Para calmar el hambre, pidió un poco de carne entre dos rebanadas de pan. A este nuevo tentempié se le puso el nombre de sándwich, en honor al conde. En 1996 los británicos gastaban diariamente 7,9 millones de dólares en sándwiches, lo que supone un aumento del 75% en los cinco años anteriores. «Los sándwiches representan más de una tercera parte de todo el mercado de comida rápida», informa el periódico londinense The Times, y se sirven en 8000 establecimientos especializados. Cada año se consumen en Gran Bretaña unos mil trescientos millones de sándwiches preparados. Pero estos suelen ser muy distintos de los emparedados sencillos que preparan las familias para comer en el campo o en la playa. Pese al propósito original del conde de Sandwich de comer con una sola mano, hoy en día ciertos tipos de sándwich se deben comer con cubiertos o con ambas manos. En algunos países es normal usar siempre cubiertos para comerlos. Pese a todo, no fue hasta el año 1840 en el que el sándwich entró a formar parte de la gastronomía de Estados Unidos, cuando la cocinera Elizabeth Leslie describió en su libro de cocina Directions for Cookery, in its Various Branches por primera vez la receta de un sándwich.

Hay que reconocer a Montagu la fascinación por comer con una mano y usar la otra para lo que más guste ya sea vicio o virtud. Montagu era un crack y un canalla, fijo. Mis respetos, señor.

Dificultad:

Fácil, si usas las dos manos, no seas vicioso.

Ingredientes (2 personas):

• 2 panes de hamburguesa o su defecto pana de molde.
• 2 huevos
• 2 cebolletas
• 4 rodajas de buen tomate
• 4 hojas de lechuga
• 4 espárragos de lata (si los tienes, yo no los tenía y no los he puesto)
• 2 lonchas de jamón cocido
• 4 lonchas de queso (yo he puesto tierno de cabra)
• 2 cucharadas de mahonesa
• aceite de oliva
• sal

Pica la lechuga y las cebolletas en juliana, ponlas en un bol. Aliña con una pizca de sal y un chorrito de aceite. Mezcla. Corta los tomates en rodajas y ponlas en una fuente. Sazona y vierte un chorrito de aceite por encima. Deja macerar durante 4 minutos. Coloca las rebanadas de pan en una sartén y tuéstalas a tu gusto. Pasa por la plancha las lonchas de jamón  enteras y por ambos lados en una sartén con un poco de aceite. Fríe los huevos o házlos a la plancha, como más te guste, yo los hago dentro de un aro para que mantengas de tamaño panecillo, no es importante pero pareces un profesional si lo haces.

Monta los sándwiches con el pan en la base y una cucharada de mahonesa el resto de ingredientes en orden ascendente hasta completar con la última capa de huevo frito. Yo le suelo poner salsa a cascoporro, ketchup, mostaza, siracha, la que más te mole. Sirve con mazo servilletas.

Marida con cerveza y tinto de verano. También con un babero.