Mejillones en salsa de tomate y albahaca

Ahí es nada, mejillones, tomate y albahaca. Nada puede fallar y no falla. Ya te lo digo yo. Es una receta que hago mucho, me flipan los mejillones, y así más.

Cómo todos sabéis los mitílidos (Mytilidae), conocidos comúnmente como mejillones o choros (en algunas partes de América del Sur), son una familia de moluscos bivalvos de gran interés económico y gastronómico. Como otros bivalvos, son animales filtradores que viven fijados al sustrato. Son exclusivamente marinos y viven tanto en zonas intermareales como zonas sumergidas de las costas de todo el mundo. Así como son recolectados y consumidos por los humanos, los mejillones marinos son atacados y consumidos por estrellas de mar y por numerosas especies de gasterópodos predadores de la familia Muricidae, como Nucella lapillus.

Dicha está mierda esta curiosidad, os diré que nada es más oportuno que comer marisco y mejillones en concreto, en esta época del año, como ya sabéis los meses con «r» son los mejores así como casa con dos puertas es mala de guardar y así todo.

Voy a la receta, para no alargarme en mierdas en datos útiles pero fuera de lugar o inoportunos.

Dificultad

Ninguna, salvo que seas bivalvo.

Ingredientes

• 1 kg de Mejillón de roca

• Un vaso de vino blanco

• 1 lata de tomate maduro
  1/2 Cebolla
  1 diente de ajo
  1 Guindilla
  Albahaca al gusto (mucha¿?)
  Aceite de oliva
  Sal y pimienta

Ponemos un par de cucharas de aceite de oliva virgen en una sartén, cuando empiece a hervir le añadimos la cebolla, el ajo y la guindilla, salpimentamos, tapamos y bajamos el fuego, dejamos que sude hasta que la cebolla este trasparente.