Otro guisote para el invierno, hace frío y hay que comer calórico para que no te entre el abrigo. Ahora bien, esta receta es bien fácil y rica. Solo tienes que sustituir los carbohidratos de las patatas por aire y no engordarás. O si, pero esa es otra historia.
Es una receta que me recuerda a mi infancia, a la cuaresma. A mi me flipaba y a mi hermano le daban arcadas. Disfrutaba dos veces, mi madre dando voces para que aquel comiera y yo mojando pan a dos manos.
Dificultad
Para gaznápiros
Ingredientes
- Lomo de bacalao
- Patatas
- Cebolla
- Ajo
- Pimientos del piquillo asados en tiras
- Pimentón dulce
- Guisantes cocidos
- Vino blanco
- Laurel
- Perejil
- Caldo de pescado
- Sal
- Pimienta
Picamos las verduras y triscamos las patatas en tamaño que quepa en la boca pero grandes. Sofreímos el ajo y las cebollas en una cacerola, cuando estén casi hechos añadimos las patatas y rehogamos, añadimos el pimentón, cuidando que no se queme ponemos el vino, el laurel y el caldo. Cuando lleven unos 15 minutos y estén hechas las patatas añadimos el bacalao desalado y troceado. Añadimos los pimientos del piquillo asados, el perejil, los guisantes, corregimos de sal y pimienta. Damos un minuto, apagamos el fuego y dejamos reposar. Si vemos que el caldo no ha espesado con un tenedor machacamos unas patatas y engordará el caldo, menos que vosotros, pero lo suficiente para que el guiso sea atractivo. Servir en un pozal.
Marida con un tempranillo y poco de pan.