Las alitas de pollo guisadas al estilo canalla no dejan de ser un receta con lo que hay en la nevera, aprovechar los restos da resultados estupendos.
Un plato jugoso, sabroso y con el nivel justo de picante para animar cualquier comida. Estas alitas son pura magia de la cocina casera, perfectas para compartir y mojar pan hasta el último rastro de salsa.
Lo importante de esta receta es que pique a rabiar, cuanto más mejor, siempre recordando que lo que pica al entrar pica al salir.
Dificultad
Más fácil que convencer a alguien de que las alitas son siempre la mejor opción.
Ingredientes
- 1 kg de alitas de pollo, limpias y cortadas en dos partes (desecha la punta)
- 2 cebollas grandes, picadas en juliana.
- 4 dientes de ajo, picados.
- 1 cucharada de pimentón dulce (o una mezcla con pimentón picante, si te atreves)
- 3-4 guindillas secas (ajusta según tu nivel de osadía)
- 150 ml de tomate frito (casero, si puedes)
- 200 ml de vino blanco.
- 200 ml de caldo de pollo o agua.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Sal y pimienta al gusto.
Preparación
1.- Doramos las alitas:
En una cazuela grande, añade un buen chorro de aceite de oliva y dora las alitas por ambos lados hasta que estén bien selladas. Retíralas y resérvalas.
2.- Sofreímos la base:
En el mismo aceite, sofríe los ajos hasta que estén dorados, y luego añade la cebolla con una pizca de sal. Cocina a fuego medio hasta que esté bien pochada y transparente.
3.- Añadimos la alegría, pimentón y guindillas:
Retira la cazuela del fuego para evitar que el pimentón se queme. Agrega el pimentón y las guindillas, mezclando bien con la cebolla y el ajo.
4.- Incorporamos el tomate y el vino:
Vuelve a colocar la cazuela al fuego, añade el tomate frito y remueve bien. Luego, sube el fuego y vierte el vino blanco, dejando que se evapore el alcohol durante unos 2-3 minutos.
5.- Montamos el guiso:
Devuelve las alitas a la cazuela y cúbrelas con el caldo de pollo. Lleva todo a ebullición y, una vez que hierva, baja el fuego y cocina a fuego lento durante 30-40 minutos. Remueve de vez en cuando para que las alitas absorban todo el sabor.
6.- Rectificar y espesar:
Si la salsa queda demasiado líquida, sube el fuego al final para reducirla. Ajusta de sal y pimienta antes de servir.
Maridaje canalla:
Un vino tinto joven y fresco o una cerveza rubia bien fría. Si quieres algo más creativo, prueba con una limonada casera con un toque de jengibre.
Trucos para bordar esta receta:
- Si quieres potenciar el sabor, añade un toque de comino molido o una ramita de romero al guiso.
- Si quieres puedes añadir una cucharada de harina para que la salsa espese más fácil.
- Si no tienes guindillas secas, usa salsa picante o unas guindillas frescas.
Resumen nutricional (por porción):
- Calorías: 450 kcal
- Proteínas: 28 g
- Grasas: 22 g
- Carbohidratos: 20 g
Menú recomendado:
- La ensalada simplona.
- Las alitas de pollo guisadas al estilo canalla.
- Una pieza de fruta.
¿Por qué esta receta mola tanto?
Porque combina la jugosidad de las alitas con una salsa que no solo es para mojar pan, ¡es para mojar media barra! Además, ese toque picante pone la chispa que necesitas para un plato inolvidable.
¡Corre a la cocina y atrévete con estas alitas de pollo guisadas al estilo canalla! No olvides compartir tus resultados en redes sociales con el hashtag #CocinaCanalla y ¡ponle picante a la vida!
Mientras te la zampas puedes poner música.