La fabada canalla es Dios, no hay otro plato que me flipe más que la fabada asturina, con su chorizaco, su morcillaca y su pancetaza. Nada de dieta, toda la grasaza que puedas absorber será bienvenida si tu lorza es tu santo Grial. Si la grasa es tu enemigo, pasa de la receta.
Tamaña es mi afición por este plato que una vez zampome seis platos, seis, con sus avíos y no sin antes empezar con un ligero aperitivo compuesto del ligero chorizo a la sidra y el no menos ligero Cabrales. Tal fue el atracón y el mal cuerpo posterior que desde entonces me dije «no como más, igual o menos sí, pero más no» y en esas estamos.
Dificultad
Ninguna salvo que seas impaciente, en ese caso, como una de estas.
Ingredientes
- 500 gr de fabes de la granja,
- 3 chorizos asturianos,
- 1 morcilla asturiana
- 200 gr de lacón
- 300 gr de panceta
- 1 cebolla entera mediana,
- 3 ajos
- 1 rama de perejil
- Sal.
Comprad fabes de calidad, por favor, no seáis tacaños, ni mastuerzos, en las fabes lo importante son los ingredientes. Yo compro estas y son bastantes dignas a la par que asequibles. Tampoco escatiméis con el compagno, por favor.
Lo primero es poner a remojo en agua fría las fabes, sin nada más, no hace falta que le pongáis ningún aditamento mágico antigases, si son buenas los gases son un mal menor que el mundo puede soportar. Necesitan 10 o 12 horas de remojo, salvo que sean frescas y tengáis la suerte de tenerlas. Este paso se resuelve divinamente, poniendo a remojo la tarde del día anterior.
Al día siguiente y 3 o 4 horas antes de la hora de comer ponemos a cocer, utilizando el mismo agua, los chorizos y encimas las fabes. Además añadimos el la cebolla, el perejil y los ajos. Cuando rompa a hervir desgrasamos y quitamos las impurezas en forma de espuma que han soltado.
Por lo menos tres veces se asustan las fabes con medio vaso de agua, pero con moderación no les conviene el exceso de agua, como a casi cualquier ser vivo el exceso de agua es perjudicial.
Bajamos el fuego y lo ponemos al mínimo imprescindible para que pueda romper a hervir de nuevo pero muy lentamente. Así durante 3 o 4 horas o hasta que estén tiernas las fabes.
Rectifica de sal si fuera menester, corta los avíos y deja reposar media hora, de un día para otro ganan, dicen los expertos. Yo no suelo dar tiempo a la fabada canalla a ganar, me las zampo en cuento las tengo.
Si el caldo no queda espeso o hay exceso, quitar un poco y machar unas pocas fabes para que engorden el líquido que tiene que ser untuoso.
Marida con una garnacha una uva que repone de la grasaza. También marida y obliga con una siesta.