Cambiamos el modelo alimentario o la cagamos

Me vais a permitir una pequeña reflexión canalla (#reflexionescanallas), ahí va, posiblemente sea ya tarde, pero o cambiamos el modelo alimentario o la cagamos, sin más. Tampoco tengo muy claro que el modelo sea no comer carne. Me imagino que la agricultura intensiva tiene gran culpa de ello pero no en exclusiva. Las fábricas, los coches, los tonturistas que viajan en avión a miles al día, la despoblación, las grandes urbes.

En cualquiera de los casos sí creo que hay que dejar de comer como se come y comer como se comía, cada vez se habla más de la cocina (mediterránea) basada en productos de origen vegetal y con muy poca presencia animal, pero lo que para mí es más importante, producto local y de temporada. Me pongo de los nervios cuando alguien me dice que toma productos ecológicos traídos del culo del mundo y más si añade la coletilla de que son superalimentos.

Panel de trabajo IPCC

Recientemente El IPCC, el grupo de expertos de la ONU, ha publicado el informe sobre la situación que podéis leer aquí. comentan en una entrevista en EL PAÍS que solo el desperdicio de alimentos es responsable de entre el 8% y el 10% de todas las emisiones de efecto invernadero que genera el ser humano. Entre el 25% y el 30% del total de alimentos producidos en el mundo se pierde o se desperdicia, resaltan los expertos de la ONU.

Todo esto me lleva  a pensar (claramente o cambiamos el modelo alimentario o la cagamos) que es mejor comer menos y mejor, ir a la tienda y comprar la comida justa que vayas a comer, que esta sea de proximidad y de temporada. Pedir al tendero, ya de paso, que no nos envuelva el producto en plastico ni bandejas de «corchopán». Hay que consumir muchas más verduras y legumbres y reducir al extremo (o no comer) proteína de origen animal. Seamos sensatos, para ir al futuro tal vez tengamos que mirar al pasado.